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Salario mínimo 2026 y jornada laboral de 40 horas: doble presión para los patrones en México.

  • Foto del escritor: Roberto R.
    Roberto R.
  • 23 oct
  • 4 Min. de lectura

El próximo año se perfila como uno de los más desafiantes para los empleadores en México. El Gobierno Federal proyecta un aumento de 12 % al salario mínimo para 2026, mientras que en el Congreso avanza la reforma que reducirá la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales.


Ambas medidas, aunque positivas para los trabajadores, implican un incremento sustancial en los costos de nómina, las cuotas de seguridad social y la retención de ISR, lo que obligará a las empresas a planificar cuidadosamente su estructura laboral para 2026.


Salario mínimo 2026 y jornada laboral de 40 horas: doble presión para los patrones en México.
Salario mínimo 2026 y jornada laboral de 40 horas: doble presión para los patrones en México.

Salario mínimo 2026: proyección oficial con aumento del 12 %


De acuerdo con los salarios mínimos vigentes de 2025, establecidos por la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (CONASAMI), el incremento proyectado para 2026 tendría los siguientes efectos:

Zona

Salario 2025 (diario)

Proyección 2026 (+12 %)

Salario mensual estimado (30 días)

General

$278.80

$312.26

$9,368

Zona Libre Frontera Norte

$419.88

$470.26

$14,107

Esto representa un incremento mensual promedio de entre $1,000 y $1,500 por trabajador, dependiendo de la zona.


El salario mínimo se ha más que duplicado desde 2018; sin embargo, cada ajuste ha incrementado de forma proporcional las cuotas patronales ante el IMSS, INFONAVIT y SAR, así como el ISR retenido a los empleados que rebasan los nuevos umbrales.


Reducción de jornada laboral: 48 a 40 horas semanales


La iniciativa de reforma al artículo 123 constitucional, respaldada por la Presidenta Claudia Sheinbaum y el Secretario del Trabajo Marath Bolaños, busca establecer una jornada máxima de 40 horas semanales, con al menos dos días de descanso obligatorio.


Aunque el objetivo es mejorar la calidad de vida de los trabajadores, para los empleadores representa un ajuste estructural significativo:

  • Aumento del costo por hora trabajada: si el salario mensual permanece igual, cada hora tendrá un valor 20 % más alto.

  • Necesidad de contratar personal adicional o reestructurar turnos para mantener la productividad.

  • Posibles pagos extras por horas excedentes, especialmente en manufactura, logística y servicios continuos.

  • Actualización de contratos, reglamentos y controles internos, pues la nueva jornada deberá reflejarse en los documentos laborales.


Impacto en ISR, IMSS e INFONAVIT


El incremento salarial y la reducción de jornada no solo afectan el costo directo de la nómina, sino también las cargas fiscales y sociales. Con un aumento del 12 % en el salario base, el patrón deberá cubrir cuotas más altas en todas las contribuciones relacionadas:

Concepto

Base actual (2025)

Proyección 2026

Efecto fiscal promedio

SBC (Salario Base de Cotización) promedio

$11,000

$12,320

+12 %

Cuota patronal IMSS total

30.7 %

33 – 35 %

↑ 2 – 4 pts

Aportación INFONAVIT (5 %)

$550

$616

+12 %

ISR retenido (trabajador promedio)

$740

$830

+12 %

Costo total de nómina (por empleado)

$11,550

$12,950–$13,300

+12–15 %


En términos reales, una empresa con 20 empleados de salario mínimo podría ver un incremento mensual de $25,000 a $30,000 pesos en su costo total de nómina, sin contar beneficios adicionales ni prestaciones superiores a ley.


Implicaciones legales y contables


  1. Revisión de tabuladores y contratos. Todo salario deberá ajustarse al nuevo mínimo y al número de horas efectivas trabajadas. Si el pago se mantiene quincenal o mensual, deberá reconfigurarse la tarifa por hora.

  2. Presupuesto 2026 y flujo de efectivo. Las empresas deben anticipar el incremento de cargas sociales en su planeación financiera, especialmente en cierres trimestrales y declaraciones anuales.

  3. Actualización de reglamentos y jornada. Los cambios constitucionales deberán reflejarse en los Reglamentos Internos de Trabajo y en los registros ante la STPS.

  4. Ajustes fiscales indirectos. Al aumentar las percepciones salariales, crecen también los topes de deducciones personales, primas y finiquitos, lo que impacta la base gravable del ISR anual.

  5. Fiscalización digital y control. El SAT y el IMSS están reforzando la fiscalización a través de cruces electrónicos de CFDI de nómina, por lo que los errores en montos o timbrado se reflejarán más rápido.


Estrategias para mitigar el impacto


  • Implementar software de control de nómina y simuladores fiscales para estimar cargas sociales reales.

  • Capacitar al personal administrativo en el uso de nuevas tablas de ISR y UMA actualizadas para 2026.

  • Optimizar turnos laborales y procesos productivos mediante automatización o rotación eficiente.

  • Revisar esquemas de compensación variable (bonos, vales, productividad) para mantener la rentabilidad sin violar disposiciones laborales.

  • Aprovechar estímulos fiscales y deducciones por capacitación o inversión en tecnología que reduzca costos laborales.


Conclusión


El 2026 marcará un punto de inflexión para el mercado laboral mexicano. El incremento del salario mínimo y la reducción de la jornada representan un avance social, pero también una presión fiscal y administrativa significativa para las micro, pequeñas y medianas empresas.


Los patrones deberán anticipar ajustes presupuestales, reforzar controles internos y modernizar sus sistemas de nómina, para cumplir con la ley sin comprometer la viabilidad financiera. Una gestión contable proactiva será clave para navegar este nuevo entorno.


Por el equipo editorial de Contadores Siglo XXI Fuentes: CONASAMI / Secretaría del Trabajo y Previsión Social / IMSS / SAT / Diario Oficial de la Federación (DOF) / KPMG México.

 
 
 

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